Los frigoríficos son electrodomésticos complicados con cientos de piezas, por lo que pueden averiarse de diversas maneras. Al existir averías, la reparación de refrigerador es muy importante, ya que te va a permitir que no hagas un gasto extra en otro nuevo. Por ello, antes de moverle, te recomiendo que vayas con un experto.
- Un motor o compresor que no funciona correctamente
El motor es un componente crítico del frigorífico, pero también es uno de los que se estropea con más frecuencia. El motor de un frigorífico, a diferencia del de otras máquinas, funciona continuamente, en algunos casos durante varios años sin parar, lo que hace que sus piezas se desgasten y se estropeen.
- Fuga de gas
Se trata de un problema fundamental, que suele provocar la parada total del sistema. Muchas fugas de gas son irreversibles, pero si se descubre la fuga y se sustituye la parte, el frigorífico puede seguir funcionando con el mismo evaporador.
- Bloqueo de hielo
Esta es la solución más común y completamente evitable. Se forma una capa de escarcha en el congelador debido a las bajas temperaturas y hay que eliminarla. Incluso los congeladores sin escarcha son susceptibles de sufrir este tipo de avería.
Obviamente, el primer paso para evitar este problema es mantener el congelador libre de escarcha, por lo que debes eliminarlas siempre que se forme en las paredes del congelador.
- Un problema causado por una fuente de calor adyacente a la nevera, provoca problemas de funcionamiento
Otra posibilidad es un problema causado por una fuente de calor adyacente al frigorífico. Si un frigorífico se encuentra en un ambiente anormalmente cálido o tiene fuentes de calor adyacentes, como un radiador, el motor y otros componentes, tendrán que funcionar a pleno rendimiento durante más tiempo. Por tanto, esta constante sobreproducción de energía podría dañar nuestro frigorífico.
